Bolas gigantes para entrenar. Esto es el fitball, una actividad de las consideradas suaves pero que ayuda a entrenar el cuerpo de forma completa e incluso a rehabilitar determinadas lesiones.
La principal razón para entrenar con una fitball es que aunque se sigan haciendo casi los mismos ejercicios que los que se hacen sin balón, habrá que trabajar extra para mantener el equilibro dado que la pelota es inestable.
Este esfuerzo extra que se hace para mantener el equilibrio supone involucrar músculos extras, algunos de ellos más profundos y difíciles de localizar, muchos de los cuales no hemos trabajado nunca anteriormente.
Todo esto genera un incremento de la intensidad de los ejercicios y una mayor dificultad al realizar algunos de ellos que harán que nos esforcemos más.
Pese a ello, no debes asustarte ante la inestabilidad de los primeros ejercicios en el Fitball, ya que no hay nada que no se pueda conseguir con la práctica. Así que animaros a probar esta actividad dirigida.
VENTAJAS DEL FITBALL
El Fitball es una actividad encuadrada dentro de la denominada gimnasia suave que sin embargo, permite trabajar todo el cuerpo de forma completa.
Mejora el equilibrio y la propiocepción, esto es, el sentido que permite saber cuál es la posición relativa de los diferentes músculos a lo largo de todo el organismo.
Aunque con las fitballs se pueden entrenar muchas zonas del cuerpo, su trabajo principal se realiza en el core y en los estabilizadores de la columna.
Precisamente este trabajo con la zona core hace que haya un mejor control postural, puesto que se fortalecen los músculos de esta área y con ello, la capacidad de una mayor estabilidad del cuerpo.
La superficie y la relativa dureza de las fitballs hace que se adapten a las diferentes características de las personas que las usan.
El Fitball ofrece un acondicionamiento físico integral, ya que también se trabaja tanto la coordinación y la flexibilidad como la resistencia y la fuerza.